La consciencia se mueve tras la muerte

Hola de nuevo, hoy encontré una noticia que me empuja a asomarme a la barandilla de estos escalones.

No porque los principios que desarrolla me resulte extraños o desconocidos, sino más bien  porque, en ocasiones como en esta, leo algo que pone palabras en voz de mentes cualificadas, a cosas que llevaba décadas intuyendo.

En este artículo se asevera, a la luz de la física cuántica, la pervivencia de la consciencia tras la muerte; que viajaría a otros universos desde donde continuaría su experiencia vital. Sin embargo y con todo, yo iría más lejos.

Veréis, a lo largo de estos años, en los que he buscado respuestas a este tipo de misterios usando diversas fuentes (ciencia, mística y espiritualidad), me he dado cuenta de algo; y es que cada vez que la ciencia descubría algo que pudiésemos calificar como transcendente, había escuelas mistéricas que llevaban milenios diciéndolo de algún modo.

Por tanto, dejadme que tire ahora de la Kabbalah para proponer otras opción, quizás un paso más, en esta línea de realidades plausibles.

Según la Kabbalah, en realidad no existiría un alma individual, tal como la solemos concebir. Según esta escuela mistérica, solo existiría un alma, una conciencia que se conectaría, como si de una red wifi se tratase, a una realidad y a un cuerpo determinado, para vivir esa pequeña porción de realidad.

Si intentamos buscar un ejemplo con el que hacer una similitud más o menos válida, podríamos acordar concederle consciencia individual a cada una de nuestras células. Es de imaginar que si las células que habitan nuestro cuerpo son conscientes, lo son de un tramo o porción de la totalidad que nos compone, pues sospecho que una célula, cuyo cometido es el de formar parte del entramado del riñón, sería completamente inviable si tuviera que discernir a diario sobre las funciones del higado, pancreas, corazón, cerebro, oído, piel, músculos, huesos, etc….

Sin embargo, es fácil entender en este caso que todas ellas forman parte de la única consciencia que nos anima. Del mismo modo podríamos entender que existe una sola conciencia, que se conecta a la pequeña realidad que va a desarrollar, pero que no deja de formar parte de esa única consciencia. En realidad, si lo meditamos, seguro que llegamos a la conclusión de que esta es la opción más plausible.

He escuchado muchas veces que la naturaleza es económica y que en ciencia la opción más simple es la correcta, la mayor parte de las veces. Y a mí, personalmente, se me antoja, que en un universo donde, además del espacio-tiempo, lo más destacable es la existencia de conciencia, lo más lógico es que las tres cosas formen parte indivisible de la misma realidad.

Para mí, ante el dilema de cómo y donde aparece la consciencia en este o estos universos, la respuesta más sensata me parece indudable que es, que la partícula de energía que creara el espacio-tiempo ya era consciente. Además, de ser así, también es mucho más sensato pensar que nunca dejó de ser una única consciencia.

En realidad, esto vendría a dar respuesta a muchos conflictos y dudas filosóficas y espirituales.

Por ejemplo, la respuesta al principio espiritual de que cada cual elige y crea su realidad. Todos de alguna manera comenzamos a percibir que este principio se cumple de algún modo, pero no somos capaces de entender la lógica que desarrolla este principio. Pero, ¿y si lo que hacemos con nuestros actos, sentimientos y pensamientos, es usar nuestra wifi, a modo de mando a distancia, para conectar con uno u otro universo, como si de un canal de televisión se tratara?

Otro ejemplo de dilema que solventaría este principio, sería la respuesta al hecho constatable de estar compartiendo espacio físico con alguien y, al mostrarle la realidad que observamos, esa persona no sea capaz de ver nada de aquello que compone nuestra realidad. A cambio, él puede describirme  una situación que me resulte completamente inverosímil.

Si contamos con esa consciencia única, aunque conectada por tramos a distintos universos, y contando con la visión que daría de tales universos la teoría de branas (todos compartiendo el mismo espacio pero separados en virtud de su distinta vibración), podríamos imaginar a una célula o partícula, en este caso se trataría de la célula-vecino-cuñado-amigo, que comparta espacio con nosotros pero conectado a un universo diametralmente distinto del nuestro.

La imagen que se me ocurre para ejemplificar esta situación es una mesa donde estamos sentados frente a nuestro interlocutor, pero donde cada uno de nosotros dispone de una pantalla de televisión. Imaginaos viendo «los puentes de Madison» e intentando describir una realidad dulce, tierna y romántica a nuestro interlocutor, mientras él, con ojos como  platos, intenta entender que tiene de romántica la imagen que está viendo, mientras fija de nuevo los ojos en su pantalla, que desarrolla frenética el argumento de la Jungla de Cristal.

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Por cierto, que puestos en faena, no deberíamos olvidar que el mando no funciona con el botón que no se quiere pulsar, dicho sea a fin de no seguir cayendo continuamente en uno de los más comunes errores de la naturaleza humana, que, además, no nos conduce más que a perpetuarnos en la fatalidad.

Me explico, si nuestra mente es el mando que sintoniza el canal elegido, lo que pongamos en ella es lo que nuestro particular televisor sintonizará. Dicho de otro modo, los pensamientos y emociones que alberguemos en nuestra mente, definirán una vibración que conectará con el universo membrana que vibra en la misma frecuencia. Por tanto, y para que todo el mundo lo entienda, a nadie se le ocurre sintonizar la sexta pulsando el botón de telecinco y poniendo una negativa en su mente. Puedes apostar que no conseguirás otra cosa que sintonizar con telecinco, por mucho que intentes negar.

Una vez un hombre sabio me dijo:

“El universo no entiende la negación, así que háblale siempre en positivo. Si tú repites en tu mente no quiero enfermar, solo conseguirás que tu mente refleje la imagen de la enfermedad y que tu energía vibre en la frecuencia del miedo. Podéis apostar a que nadie escapará de ella de esta forma”

Así que os propongo algo:

¿Que tal si dejamos de hacer campañas en contra de las cosas que queremos que desaparezcan y comenzamos a hacer firmes campañas en favor de aquello que queremos conseguir?

No luchemos en contra del maltrato animal, luchemos por el cuidado y la dignidad de nuestros amigos los animales.

No luchemos contra la guerra, luchemos en favor de la paz.

No luchemos contra la esclavitud, luchemos por la libertad.

¿Creéis que es lo mismo?

Pon unos segundos cada propuesta en tu mente, primero en negativo y luego en positivo. ¿Que sientes?

Si queremos construir un mundo bello, un mundo que merezca la pena, no podemos construirlo desde el odio, la rabia o la desesperación. Un mundo bello debe estar construido con ladrillos luminosos y bellos, desde la esperanza, el amor y la alegría, pero nadie puede dar lo que no tiene.

Quién sabe, tal vez no estemos tan lejos de una respuesta que de sentido a nuestra realidad.

 

 

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6 comentarios en «La consciencia se mueve tras la muerte»

  1. Marisa

    Ciencia y espiritualidad empiezan a unirse de nuevo y dan sus excelentes frutos. Bravo. Gracias Mercedes; es muy esperanzador, si bien no termino de comprender que tras la muerte del cuerpo, si la consciencia se traslada a otro universo, sea posible el reencuentro con los seres amados (salvo que hayan ido al mismo lugar), lo cual plantearía un gran problema, ya que más allá de la consciencia de uno, ese uno fue feliz con otros, a quienes evidentemente quiere volver a sentir cerca.

    1. Mercedes Rodríguez Autor

      Hola Marisa, me alegra enormemente encontrarte opinando y participando por aquí.
      Verás, no puedo contestar sin antes dejar claro, que no soy ni albergo pretensión alguna de pasar por experta científica.
      Más bien, soy o me considero una persona curiosa, me apasiona la ciencia, sobre todo la física de partículas, y leo y pregunto mucho, con el único objetivo de sacar conclusiones filosóficas y espirituales para entender la realidad que vivo.
      Dicho esto y entrando directamente en el meollo de tu cuestión, se me viene a la cabeza -no se si la habrás visto- una escena de la última película de Harry Potter.
      Cuando Harry muere y se encuentra, en una especie de estación, con su antiguo amigo el profesor Albus Dumblendore, en un momento de la escena, Harry le pregunta al viejo profesor, ¿esto es real o está en mi mente?, a lo que Dumblendore responde “por supuesto que está en tu mente, ¿y quien te dijo que no fuera real?
      A mí esa escena me parece de una significación notable. Filósofos, poetas y pensadores de todo tiempo lo han dicho “la vida es sueño”, “no podemos estar seguros de poder distinguir el sueño de la vigilia”, “nada es real excepto tu mente”, etc…
      Y lo curioso de todo esto, es que el concepto en sí, sería completamente compatible con el principio de indeterminismo de la física cuántica. Por lo que, y contestando a tu pregunta, en principio, solo seríamos una energía moldeada por la mente, o como diría dicho principio, “una nube de probabilidades que colapsa su función de onda al ser observada o medida por una consciencia”.
      En definitiva, y tal como yo lo veo, nosotros decidimos si estamos en el cielo o en el infierno, también decidimos cual es nuestro cielo y que personas lo integran, pues es nuestra mente la que da forma a nuestra realidad, la que va conectando con uno u otro universo en virtud del principio de resonancia.
      Para mí ese agujero negro no sería más que el cable que conecta con el canal elegido para comenzar una nueva película. Una película, no olvidemos, donde tú eres la protagonista. Lo que a muchos les queda por comprender, es que también les corresponde el papel de director.
      Cierto es que consciente o inconscientemente, hay quien elige historias de terror. En cualquier caso, es el director el que elije película y reparto.
      Por otro lado, la teoría de los universos paralelos, que es la que desarrolla en cierto modo este artículo, lo que viene a decir no es que vas a un universo, más bien plantea que cada desición nuestra genera múltiples universos donde se estarían sucediendo cada una de las posibilidades que permite el acto en sí. Un ejemplo: Si tú decides dejar a medias un libro que estás leyendo, hay otro universo donde lo terminas, otro donde lo retomas más adelante y otro donde decides leer solo el final. Tú estarías en cada uno de esos universos, supongo que tu conciencia experimenta aquel que te resulta más afín o aquél que magnetiza con lo que hay en tu mente.
      Sin embargo, y con todo, esto no vendría a ser más que otro nivel dentro de este juego virtual, o de esta película que hemos decidido protagonizar.
      Al final, la única verdad que habremos de descubrir, es que solo hay una cosa, una gran explosión de energía consciente. Por tanto tus seres queridos y tú sois la misma cosa, es más, tú y yo somos una sola cosa, más aún, tú eres Dios, y Dios, tú y yo no somos nada separado.
      En tal caso, y cuando seamos capaces de comprender, ¿que sentido tendría tal cuestión?
      Espero haber contestado a tu pregunta, dentro del nivel de mis posibilidades, más allá también yo lo desconozco.
      Un beso enorme.

  2. Marisa Monleón

    Guau, Mercedes; ¡te agradezco tanto tantísimo tu atención! Qué gran comunicadora eres y con qué claridad se ven las cosas tras leerte. Seguiremos teniendo dudas porque esas dudas son precisamente la gasolina que pone en marcha nuestro motor de búsqueda de la verdad, y el viaje es la victoria (como reza un viejo proverbio árabe). Aun conociendo algo el tema de los universos paralelos (e intentando ser consciente de ello, como quien tomara una «píldora» cuando las cosas no van bien del todo y piensas «en otro lugar está yendo bien»), siempre me he preguntado que, de ser cierto, si esos otros yoes también se preguntan lo mismo y por qué solo somos conscientes del yo de aquí. Si le tengo que poner forma (a ello tendemos para encontrar explicación), sería un fractal.
    En fin, dudas que nos hacen querer seguir buscando. Un besazo enorme y muchísimas gracias de nuevo por arrojar luz y cariño.

    1. Mercedes Rodríguez Autor

      Hola Marisa, gracias a ti, yo creo que cuando unos cuantos buscan, muchos encuentran.
      En cuanto a por qué somos concientes solo de uno de esos universos, la verdad es que no lo sé, como tampoco puedo entender muy bien por qué, si el espacio-tiempo permite volver a tu pasado y darle la mano a esa versión más joven de ti mismo, no eres consciente más que de este instante y no de esas otras versiones-instantes. Supongo que son misterios demasiado grandes para una mente temporal.
      Solo soy capaz de entenderlo como algo similar a las emisoras de televisión. Tal vez porque es ese el universo que has logrado sintonizar con tu propia vibración.
      Estoy encantada de haberte reencontrado.
      Un abrazo.

  3. Manoli Diaz Miranda

    Hola querida amiga interesante artículo. Me gustaría cuestionar, sobre la consciencia en sí y la ciencia cuántica. Según esta última dentro de los átomos y las moléculas las partículas que los componen ocupan un lugar insignificante. El resto es vacío. El Vacío del Átomo. La conclusión que me da es si la materia está formada por átomos y en estos la porción de partículas es menor que la de vacío.
    Sé que el Universo está formado de millones y millones de partículas, y esas partículas forman el llamado átomo. Nosotros tenemos dentro nuestro propio Universo, con nuestras partículas y átomos, pero hay quién se pregunta sí somos partículas ¿ Por qué no atravesamos paredes ? Lógico porque nuestro cuerpo físico es materia viva también.
    El pensamiento que nosotros emitimos con nuestra conciencia vuela como moléculas que van al aire. Una de ellas se hace realidad por nosotros mismos.
    La conciencia está envuelta, el observador no puede ser ignorado.
    Todos somos energía y estamos conectados. Cada uno somos parte del otro, aunque no lo creamos. Lo que nuestra conciencia emite que se transforma en pensamientos, sí son positivos o negativos es lo que nuestra energía le está transmitiendo al otro y a su interior e incluso al mundo.
    La energía es movimiento, puede estancarse pero nunca saturarseLa vida es un contínuo reciclar de la materia y la energía.
    El Universo nos proporciona permanente información inteligente ordenadora. El poder utilizarla coherentemente depende de la conciencia de cada uno de nosotros. Esta información podemos utilizar cómo cambiar lo que no nos gusta o nos hace daño. Nos ponemos en sintonía con esa información en la medicación o en relajación.
    La mente tiene virus al igual que todo el organismo, depende de los pensamientos de nuestra conciencia si los activamos o lo dejamos seguir durmiendo.
    ¿ logrComologroar el nivel de pensamientos negativos de mí conciencia para que no creen realidades acordes?
    1. No enfocarnos en las noticias, para que ellas no se transformen en nuestra realidad.
    2. Cambiar esos pensamientos en positivos, y pensar de acorde a esos pensamientos.
    3. Enfocarnos solamente en nuestra Salud y en nuestro bienestar, para que ese pensamiento enfocado cree la realidad.
    4. Utiliza tú conciencia para atraer a ti, solamente lo que tienes.por objetivos o metas y mentalizate en lograrlas, paso a paso, pero no seas egoísta y mires sólo por ti. Hay muchas personas que miran por ti pero tú velo no deja que lo veas.
    Saber que con sólo la petición de un niño se pueda salvar el mundo. Sí todos pusiéramos un granito de arena, qué fácil resultaría salvar la Madre Tierra GAIA, y así nos salvariamos nosotros mismos. Pero hacer comprender esto a la humanidad, nos va a llevar tiempo, pero mi corazón me dicta que al final lo lograremos. Hemos entrado en una etapa en que la humanidad tiene y debe de tomar conciencia, si así lo desea del nuevo MUNDO y la nueva ERA.
    P.D VIVE LA VIDA, SÉ FELIZ AMA Y DEJA VIVIR.

    1. Mercedes Rodríguez Autor

      Hola preciosa, pues eso, compartiendo la intuición de como funciona esta realidad e intentando darle forma.
      Te aconsejo mucho lo que acabo de colgar hoy, sé que sabrás apreciarlo.
      Un abrazo