Presentación libro «El rescate de Tamait o una historia inacabada» en Sevilla

Presentación libro «El rescate de Tamait o una historia inacabada» en Sevilla, Casa de la Provincia.

Hola de nuevo amigos, hoy, cuando apenas quedan dos días y algunas horas para que podamos encontrarnos en la presentación de «El rescate de Tamait o una historia inacabada», quiero deciros que ante todo y sobre todas las demás valoraciones, esta no es la presentación de un producto comercial sino de una verdad interior, profunda y comprometida.

Os espero para poder compartir más, para contaros mi visión de todo lo que este libro significa en mi vida y su relación con nuestra realidad, y por supuesto para contestar cuantas preguntas queráis formular.

Nos vemos el próximo viernes 21 de abril, a las 8 de tarde, en el Salón de Actos (primera planta) de la Casa de la Provincia de Sevilla, en plaza del Triunfo, junto a la Oficina de Turismo, frente al Archivo de Indias y escoltados por la Catedral a la derecha y los Alcázares a la izquierda.

En este marco incomparable espero que compartamos un momento mágico.

Descubriendo el mundo de Tamait – Quinta entrega

Durante las últimas semanas había pasado horas en la sala de control, observando hipnotizada la superficie de aquel planeta errante. Era como si el terror que me paralizaba, me impidiera apartar la mirada de la pantalla.

¿Qué sería de Khilayan en ese mundo?, solo, indefenso.

¿Qué sería de todos estos mundos que habían puesto en él su confianza? Miles de mundos que vivían confiados, al margen de todo este drama, ignorando la amenaza que se cernía sobre sus cabezas…, sobre nuestras cabezas.

¿Qué sería de mí si él se perdía para siempre, si no encontraba el camino de vuelta?

¿Qué sería de nosotros?

No podía pensar más en ello. Me iba a volver loca, y por muchas vueltas que le diera no podía hacer nada, nada en absoluto, más que ser testigo muda del desastre.

Quise volver atrás, deseé con todas mis fuerzas que nada de aquello hubiese ocurrido, que Khilayan jamás hubiese confiado en nuestros hermanos, que no fuera más que una absurda pesadilla como las que me perseguían últimamente con tanta frecuencia.

Cerré los ojos con fuerza, y volví a abrirlos con la esperanza de haber despertado y poder suspirar con alivio al comprender que solo había sido un mal sueño. Pero nada de eso ocurrió, la imagen fantasmagórica de un pequeño mundo errante y perdido en el cosmos, habitado por la peor de nuestras pesadillas, continuaba allí, impasible, amenazante, implacable.

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