¿Podemos comunicarnos con otros universos?

Hola de nuevo a todos.

Subo de nuevo estos 36 escalones desde cuyos peldaños suelo compartir con vosotros mis dudas, preguntas y reflexiones. En esta ocasión lo hago para compartir con vosotros algo que anda dando vueltas a mi cabeza desde hace una semana más o menos.

Veréis, quienes me seguis a través de mi blog sabéis de mi interés por indagar la correlación existente entre las enseñanza de maestros, místicos, filósofos y escuelas espirituales con la realidad física que la ciencia más vanguardista comienza a poner sobre la mesa.

Pues en una de esas disertaciones estaba, intentando descubrir la lógica que podía unir los conflictos humanos al parecer irreconciliables, con la insistencia de maestros y escuelas en no resistir al mal, ni discutir ni juzgar. Por alguna razón, la contemplación de este dilema traía a mi mente una y otra vez el concepto de universos paralelos.

Intentando descubrir la lógica subconsciente que me llevaba a establecer esa relación, terminaba encontrándome, una y otra vez, en un callejón sin salida. Porque, si bien es verdad que, si consideramos la existencia de multitud de universos paralelos y establecemos igualmente que en cada uno de ellos se estuviera viviendo una posibilidad distinta de la misma realidad, tendríamos que admitir que cada uno de nosotros bien pudiera estar viviendo una realidad distinta. La existencia misma de los conflictos irreconciliables me llevaba a preguntarme ¿cómo era posible que pareciera que dos personas que comparten el mismo universo parezcan estar viviendo realidades tan distintas?

Como digo, estaba sumida en esta suerte de disertaciones cuando, de pronto, una luz iluminó mi entendimiento y creí encontrar la solución al dilema.

¿Podría ser que dos personas que comparten el mismo sofá estuviesen viviendo, literalmente, en universos distintos?

La respuesta es sí.

Intentaré trasladar a estas líneas los argumentos necesarios para compartir esta idea.

En mi conflicto interno partía de la base de estar físicamente presente en la realidad que comparto con gente con una visión extremadamente opuesta a la mía. Lo que me planteé fue ¿Y si no estuviésemos presentes en la experiencia que vivimos? ¿acaso no es eso lo que intentan decirnos continuamente los maestros y escuelas espirituales cuando nos previenen contra el ego? ¿no nos advierten de que la confusión de nuestra mente estriba en identificarnos con el cuerpo y la pequeña realidad que experimentamos?

Esta idea me llevó directamente a pensar en conceptos como el Universo holográfico, los universos membranas o la teoría de cuerdas.

Y las dos cuestiones anteriores me llevaron a plantearme ¿qué era la consciencia y dónde podíamos ubicarla?.

Estas últimas cuestiones trajeron de nuevo a mi mente conceptos espirituales y filosóficos como el registro akásico, el subconsciente colectivo o el alma colectiva, al tiempo que lo hacía con mis propias reflexiones en entradas anteriores de mi blog, como ¿Y si Dios no creó el mundo?

Unir todas estas consideraciones fue lo que me llevó a entender donde residía el error.

Estaba dando por hecho que si me comunicaba con otro individuo es que compartíamos universo, pero eso es producto de la identificación con el individuo, o sea producto del ego.

Intento poner un ejemplo básico:

Pongamos que, como indican todas las filosofías o sabidurías espirituales, somos parte de una sola mente, una sola consciencia, esa consciencia que podría haber existido dentro de esa partícula primordial.

Podríamos comparar esta consciencia con internet.

Ahora supongamos que lo que intentan decirnos también esas mismas escuelas es que, como parte de internet, estamos limitándonos a nosotros mismos identificándonos con el aparato al que conectamos en cada momento. Ese aparato es un medio para expresar la información y está sujeto a averías y deterioro, que sin embargo no tiene por qué afectar a la información que se manifiesta a través de él, de hecho podemos acceder a esa información desde otros dispositivos. Esa identificación sería el ego.

Ahora que podemos tener una visión más o menos clara de la circunstancia, intentemos definir la situación cuando discutimos e intentamos convencer a alguien de una realidad que para nosotros resulta manifiesta.

Podemos seguir haciendo similitudes y diríamos que nuestro universo se representa con un ordenador que tenemos frente a nosotros, donde tenemos toda la información disponible en internet, pero donde nosotros elegimos la que queremos consultar.

Frente a nosotros tendríamos a otra persona, que efectivamente puede comunicarse con nosotros, pero que está consultando su propio ordenador, donde está buscando su propia información y accediendo a sus propias páginas.

De este modo, cuando saltamos de universo en universo, no estamos haciéndolo físicamente, lo que en realidad hacemos es sintonizar, a través de nuestro propio mando vibracional, con uno u otro universo con una u otra película. Esto no impide en absoluto que podamos comunicarnos con otras personas, que están viendo otra película pero que forma parte de la misma consciencia que nosotros.

Así, cuando discutimos estaríamos intentando explicarle a nuestro interlocutor las características de la película que hemos decidido ver. Pero no estamos entendiendo que no podemos hacer tal cosa, porque nosotros podemos haber elegido ver Los Puentes de Madison y nuestro interlocutor quizás ha preferido La Jungla de Cristal.

¿Imagináis su desconcierto, mientras está concentrado en como el protagonista intenta desmantelar la bomba, cuando vas tú a decirle que la película parece una película muy romántica y conmovedora?

Por otro lado imagino que es igualmente inútil y falto de sentido intentar convencer a alguien de nuestra propia realidad, es como cogerlo por la solapa e intentar obligarlo a que vea tu película, que obviamente a ti te parece la mejor, sin embargo debemos, supongo, pararnos a pensar sobre el motivo que llevó a aquella otra persona a ver otra película, ¿que derecho tenemos a decidir que nuestro criterios son superiores y mejores que del otro?

Así que dicho lo anterior me planteo que tal vez y solo tal vez, únicamente hay un supuesto donde está justificado ese tirón de solapa para arrastrar a alguien a nuestra propia película o para ayudar a alguien a que sintonice la suya.

Como decía solo podríamos justificar nuestro consejo en el caso de encontrarnos con alguien que nos pide ayuda porque no sabe sintonizar su pantalla o porque sintonizó por error una película de miedo, que le horroriza, y ahora no sabe como cambiar la programación.

Así que supongo que mi conclusión se reduce a «No intentes convencer a nadie de tu verdad ni des consejo a quien no te lo pidió.

Espero que el tema de reflexión os resulte interesante.

Me gustaría conocer tus propias reflexiones y opiniones al respecto, no dudes en dejarlas por escrito al final de esta entrada.

Si te ha gustado o consideras que merece la pena, por favor compártelo.

 

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9 comentarios en «¿Podemos comunicarnos con otros universos?»

  1. montse

    Creo que si, a ver me explico, el universo es muy grande y nuestra galaxia también, porque no puede haber otra galaxia exactamente igual a esta con unos planetas iguales a estés y con una persona que en este momento esté haciendo lo mismo que yo.
    A veces hacemos cosas que parecen que ya las hemos vivido antes ¿y si fuera así? .

    1. Mercedes Rodríguez Autor

      No creo que vayas desencaminada, tal vez es ahí donde debamos buscar la explicación de los «deja vu»
      Un abrazo.

  2. isabel batista reymonde

    Después de pasar por muchas etapas en mi vida y por muchas experiencias, creo estar en condiciones de poder afirmar que podemos comunicarnos con otros universos. Y soy radical al afirmarlo, aunque de esto sólo se pueda hablar en determinados sitios y blogs como éste. He encontrado tu libro y tu blog a través de Otros Mundos, y estos llegan precisamente en un momento en el que se están dando muchas coincidencias y un cambio de rumbo radical en mi andadura por este mundo en el que todos somos compañeros de viaje. Gracias. De verdad. Porque encontrar personas con las que irte de compras, de juerga o hablar de vanalidades es muy fácil. Pero sintonizar a un nivel espiritual es muy complicado y llegas a sentirte muy sola aún estando entre una multitud. Estoy deseando comprar el libro y, desde ya te doy la enhorabuena porque sólo habiendo leído el primer capítulo sé que me va a encantar. Un saludo y espero seguir leyendo tus reflexiones.

    1. Mercedes Rodríguez Autor

      Hola Isabel, me alegra mucho que decidas asomarte a esta humilde ventana. Te entiendo perfectamente, supongo que quienes decidimos prestar atención a las señales terminamos encontrandonos al final del camino de baldosas amarillas y desde luego siempre hay algo en común, una sensación de confianza y familiaridad que difícilmente sientes con gente con la que te cruzas a diario.
      Estoy completamente de acuerdo contigo, no hay muchas verdades absolutas en este mundo y sin embargo la gente no duda en defenderlas de forma tajante, cuando se trata de asuntos convencionalmente aceptados, ¿por qué no habrías de ser tajante con lo más cercano a la verdad que existe?, me refiero a la verdad que se siente dentro del corazón.
      Creo que te gustará el libro y desde luego espero que te haga sentir toda la mágia y verdad que contiene.
      Espero seguir encontrándote por aquí en el futuro.
      Un abrazo.

    2. Montse

      Hola Isabel, me encanta que tengas estos mismos pensamientos de verdad.
      creo que la gente en vez de decir si creo que hay vida porque no? Tienen miedo de quedar mal ante la sociedad, aunque a mí me parece absurdo, creo que es lo mas lógico, ya que si hay vida aquí la habrá en otros mundos.
      El libro de Mercedes te encantará, yo lo tengo y lo estoy leyendo es como si Mercedes me leyera el pensamiento, a veces creo que es mi alma gemela, me ha encantado hablar contigo.
      Un saludo de una brujita buena

  3. Silvia (Zoe)

    Hola Mercedes!, me ha gustado mucho tu planteamiento porque explicaría muchas situaciones de nuestra vida que nos parecen misterios insondables, además de lo que tu has comentando referente a los conflictos por la defensa de lo que creemos es verdad, tambien explicaría la inspiración en el arte, en la ciencia y otros muchos campos de la actividad humana, explicaría porque hay personas que ven duendes, angeles, fantasmas y tantos otros seres que para muchos son leyenda o fantasía mental. Lo cierto es que si miramos a través de esa lente que nos planteas todo es más relajado y nuestra actitud más tolerante . Siendo el Universo infinito( para mí se explica viendolo como una estructura fractal, universos dentro de universos), ¿por qué no contemplar la posibiiidad de que cada alma humana esté viviendo en su propio universo o realidad (creado por uno mismo) y que nuestro querido planeta sea el escenario donde compartir estos 7000 millones de universos?
    Gracias por dejarnos entrar en este rincón tuyo y compartir nuestra búsqueda particular. 🙂

    1. Mercedes Rodríguez Autor

      Hola Silvia, gracias a ti por haber decidido acompañarme en este emocionante viaje, cualquier universo es siempre más interesante en buena compañía.
      Un abrazo.