Conceptos
Y volvió hacia el zorro.
-Adiós- dijo.
-Adiós- dijo el zorro-, he aquí mi secreto.
Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos.
Lo esencial es invisible a los ojos –repitió el principito, a fin de acordarse-.
El tiempo que perdiste por tu rosa hace que tu rosa sea tan importante.
-El tiempo que perdí por mi rosa… –dijo el principito, a fin de acordarse-.
Los hombres han olvidado esta verdad –dijo el zorro-,
pero tu no debes olvidarla, eres responsable para siempre de lo que has domesticado, eres responsable de tu rosa…
-Soy responsable de mi rosa… –repitió el principito, a fin de acordarse-