Entender la realidad. Aprender a vivir
Hola amigos, hoy quiero asomarme a esta, nuestra particular escalera, para compartir con vosotros partes de las enseñanzas que el universo me ha regalado últimamente.
Como sabéis todos aquellos que leéis mis reflexiones, hace mucho que sospecho que no estamos entendiendo esta realidad en su verdadera esencia y que indago acerca de las consecuencias que los nuevos conocimientos sobre el funcionamiento del cosmos puedan tener sobre nuestra visión de esa realidad.
Me pareció que quizás no había nada más importante que entender la realidad y aprender a vivir, y meditando sobre ello llegué a varias conclusiones:
El universo es indeterminista, se rige por el principio de incertidumbre según el cual «nada está definido, todo forma parte de una nube de probabilidades que se define con la observación» , pero nosotros vivimos como si no tuviéramos elección.
El universo funciona según el principio de la complementariedad, según el cual «un fenómeno físico puede observarse desde dos puntos de vista diferentes que no se excluyen entre sí» Pero nosotros vivimos como si fuésemos poseedores de una verdad absoluta que excluye por completo la verdad de otro, así que en lugar de escucharlo, usamos el ruido de fondo de sus palabras para preparar nuevos argumentos que ataquen su visión.
El universo es uno, funciona de forma sincrónica, a través del principio de entrelazamiento, según el cual «elementos que ha estado unidos reaccionan de forma coordinada sin importar la distancia que pongamos entre ellos». Y sin embargo nosotros actuamos como si fuésemos únicos. Como si nuestros actos hacia otros no fueran a modificar nuestra realidad. Este mismo principio nos demuestra que «si modificamos algo en una partícula en el presente, modificamos, no solo el futuro, sino el pasado de esta partícula». Pero nosotros vivimos como si la historia fuera indiscutible y nosotros víctimas de un cruel destino inamovible.
Me he permitido por ello, un pequeño catálogo de unos cuantos puntos que recordar:
— Existen infinitos universos donde cualquier versión de la realidad es posible. Tu televisión dispone de infinitos canales, así que no existe una sola verdad, tú sintonizas la tuya.
— No eres una víctima, de nada ni de nadie. Eres el responsable de toda tu realidad. Si no has sabido sintonizar el canal adecuado no puedes culpar de ello a los guionistas ni a los actores de las películas en las que te has metido. Ellos solo realizan su función.
— Responsable no es igual a culpable, la culpa es un truco de la mente para mantener el control.
— Eliges tu canal con la imágenes que mantienes en tu mente, no con tus pensamientos sino con tus creencias. Obsérvalas sin juzgar. Toma distancia. Apúntalas para identificarlas, y cuando creas que estás entrando en su juego ¡haz callar a tu mente! Usa un mantra, observa tu respiración, usa palabras bellas y de agradecimiento como las del hoponopono, canta una canción…. Hazlo como quieras, lo importante es no permitirle que tome las riendas.
— El NO, no funciona, no puedes cambiar de canal apretando el botón que no quieres seleccionar al tiempo que repites (no quiero). Lo que ocurrirá es que sintonizarás justo el canal que no deseas experimentar. Aprieta mejor el botón del canal que deseas sintonizar, es más inteligente y eficaz.
— Los momentos en los que no estás presente son tiempo perdido, no tienen energía, son imágenes muertas, sin vida. Simplemente, si estás pensando en otra cosa o en otro momento no estás. ¡Cuidado! te arriesgas a no vivir una vida real.
— Ningún miedo tiene un fundamento real. Todos son trucos de la mente para mantener el control. Analiza y enfrenta cada miedo, comenzando por el principal: El miedo a la muerte. Hasta que lo hayas conseguido, vive cada día teniendo presente que puede ser el último.
— No juzgues, solo observa. No juzgues a nadie, pero tampoco te juzgues a ti mismo. Formas parte de una bella danza, que constituye la armonía creadora del universo, obsérvalo todo y obsérvate a ti mismo con amor
— No te tomes nada personalmente. Cada cual actúa para sí mismo, nadie lo hace para herirte. El ego siempre se tiene a sí mismo como protagonista. Cuando alguien entiende que no existe ese sí mismo separado, no puede actuar más que con amor, pues entiende que no hay un YO ni un OTRO. Así que todo mal procede de fijar la atención en nuestra propia imagen y tú no puedes ser el protagonista de la actuación egoísta de nadie.
— No supongas nada, si no eres capaz de ignorar un gesto que no entendiste, entonces pregunta y luego escucha la respuesta con la mente abierta. De lo contrario te arriesgas a que te ocurran muchas cosas malas, aunque solo un par de ellas lleguen a suceder.
— Si actúas en tu vida con buena fe y haces lo que puedes no te culpes de aquello que no has podido hacer. Es ególatra pensar que el universo de otros depende de ti, cada cual es responsable del suyo. Si formas parte de una cadena de montaje y te empeñas en que montas mejor que nadie y debes estar pendiente de todo el proceso, probablemente descuidarás tu parte y arruinarás la cadena. Tú solo haz tu parte.
— No hieras a nadie con tus palabras, el veneno que lanzas siempre regresa y además ¿quién te ha dicho que nadie necesite tu opinión sobre su vida?
— Guardar rencor u odiar a alguien es pretender que muera tomando tú el veneno.
—Lo que hacemos a otros modifica su pasado y su futuro, todo está entrelazado y su futuro modificará el tuyo y también tú presente. Así que si no quieres hacer algo bueno por él, ¡hazlo por ti mismo!
- ¿Cómo elegimos nuestra realidad?
- Historia de un amor adolescente
Muy interesante Mercedes, como siempre. Comparto esas ideas, entiendo que gracias al salto en el conocimiento y en las ideas Cosmológicas, debemos propugnar ese cambio; que ya desde los principios de la Filosofía como tal, ya intuíamos. Cultural y educativamente llevamos una gran rémora, que tenemos que eliminar cada uno con su granito de arena. Un placer Mercedes.
Gracias José Antonio, me alegro que compartas mi reflexión, y no solo por ego propio 😉
Un abrazo
Admiro esta reflexión porque estoy conforme con respecto a luchar por ese cambio, intuian ya nuestros antepasados, desde hace milenios. Todos. Tenemos nuestra responsabilidad y que aceptarla, no yendo por ahí culpando a los demas ,odiando ,tener rencor, envidia, ir juzgando al prójimo. Cuando en verdad lo primro qué deberiamos es querernos, amarnos a nosotros mismos y luego amar a los demás. Si queremos hacer alguien por los demás, primero empieza por ti misma/o.
Si nuestro interior está en perfecto estado , nuestro exterior estará bien. Quiero decir que tenemos que comenzar por aceptarnoscomquerenosacquerenosy darnos a valer diciendo delante del espejo valgo mucho y me quiero demasiado, nada ni nadie me va a quitar eso.
Según la fisica cuántica las partículas se pueden y cada particula formación, si todas las partículas de nuestro cuerpo se entrelazaran y dierentrelazarparticulaentrelazaransu información podriamos tomar datos del pasado y presente. Esta es mi opinión con respecto al valor humano y en cuanto a lo que han descubierto los físicos sobre la física cuántica.
Gracias amiga
Querida amiga, tu último post me sugiere algunas reflexiones. Tómalo como un amable intercambio de ideas. Como decía el otro día, sobre lo esencial no se nada. Pero a veces me vienen ideas, no se bien de donde, y las comparto por si te sirven.
M: El universo es indeterminista, se rige por el principio de incertidumbre según el cual “nada está definido, todo forma parte de una nube de probabilidades que se define con la observación” , pero nosotros vivimos como si no tuviéramos elección.
C: Eso dice la físicas cuántica, a nivel subatómico. Está por ver si eso ocurre a nivel del comportamiento humano y sus consecuencias. Una vez leí que la física no explica la química, y que la química no explica la biología. Y me vino otra idea: la biología no explica el comportamiento.
Si el universo fuera determinista, entonces se podría hablar de la voluntad de Dios, o el destino, o llámalo como quieras. Cualquier opción parece posible.
M: Pero nosotros vivimos como si la historia fuera indiscutible y nosotros víctimas de un cruel destino inamovible.
C: A ver si luego te envío un texto muy chulo que hablaba sobre destino y sino.
M: Existen infinitos universos donde cualquier versión de la realidad es posible. Tu televisión dispone de infinitos canales, así que no existe una sola verdad, tú sintonizas la tuya.
C: Me parece que más que versiones posibles de la realidad, que me resulta especulativo(ya sabes que eso no lo llevo muy bien, gracias por tu paciencia :-D), se podría decir que cualquier visión de la realidad es posible. Dice casi lo mismo, pero creo que sobre las diferentes perspectivas podemos estar de acuerdo.
M: No eres una víctima, de nada ni de nadie. Eres el responsable de toda tu realidad. Si no has sabido sintonizar el canal adecuado no puedes culpar de ello a los guionistas ni a los actores de las películas en las que te has metido. Ellos solo realizan su función.
C: Aquí estoy muy de acuerdo. El victimismo es una forma de justificarnos y de manipular a los demás. Como dices una forma de eludir nuestra responsabilidad, donde podemos hacer algo, y poner el foco precisamente en aquello sobre lo que no podemos hacer nada.
M: ¡haz callar a tu mente!
C: A estas alturas pienso que es inevitable que la mente esté siempre ocupada. Más que callarla, pienso que como dices, es importante ocuparla en algo positivo.
M: El NO, no funciona, no puedes cambiar de canal apretando el botón que no quieres seleccionar al tiempo que repites (no quiero).
C: El no es fruto del miedo. Cuando uno se entrega y acepta lo que está dispuesto para la persona, se desactiva el miedo y el no.
Pero claro, eso implica aceptar que uno no elige lo que va a ocurrir. Uno si que elige, elige sus opciones, pero no elige el resultado final.
M: Los momentos en los que no estás presente son tiempo perdido,
C: Hace poco leí que para los sufíes, cada instante tiene su enseñanza, y para recibirla hay que estar muy atento.
M: Ningún miedo tiene un fundamento real.
C: Si hay miedo, significa que no confías y no te entregas.
M: No juzgues, solo observa.
C: Para juzgar deberías tener toda la información y saber lo que debería haber hecho el otro. Muy bueno, cuando no siquiera sabemos lo que nos conviene a nosotros mismos 😀
M: No te tomes nada personalmente.
C: Este me resulta muy interesante porque hablas del ego. Al final, todo parece apuntar a que ese es el origen de todos los problemas. Es nuestro ego el que se ofende, y el que ofende a los demás.
En este apartado también hables del amor. Creo que en realidad es lo más importantes y lo mencionas muy de pasada casi al final.
Personalmente pondría el foco en el ego y en el amor. Y no demasiado en el ego, porque como deciamos el otro día, cualquier cosa que hagas con el ego lo alimenta. Mejor extinguirlo no prestando atención. Por tanto solo diría del ego que es lo que nos separa del amor, y eso para nuestra mente que necesita tantas explicaciones.
Prescindir del ego significa que todas nuestras acciones, actitudes, interpretaciones se basen en el amor. El amor a nosotros, a los demás, a Dios. Solo eso. No hay más. Creo que el Amor es ese elemento conectivo del que hablabas, y que explica todo lo que planteas con las metáforas de la física cuántica. Por su puesto que hablar de Amor es algo especulativo. O no, si alguna vez lo hemos sentido, y si hemos tenido la experiencia de abrirnos al Amor, entregarnos y asumir nuestro destino. Solo Él…
Un fuerte abrazo amiga.
Hola amigo, gracias de nuevo por tu interés y por el tiempo y cariño que dedicas a reflexionar sobre mis reflexiones. Considerándolas todas muy valiosas, quisiera comentar algunas:
M. El universo es indeterminista, se rige por el principio de incertidumbre según el cual “nada está definido, todo forma parte de una nube de probabilidades que se define con la observación” , pero nosotros vivimos como si no tuviéramos elección.
C. Eso dice la físicas cuántica, a nivel subatómico. Está por ver si eso ocurre a nivel del comportamiento humano y sus consecuencias. Una vez leí que la física no explica la química, y que la química no explica la biología. Y me vino otra idea: la biología no explica el comportamiento.
Si el universo fuera determinista, entonces se podría hablar de la voluntad de Dios, o el destino, o llámalo como quieras. Cualquier opción parece posible.
R M. Este es un punto que tiene especial importancia en mi camino de autoconocimiento. Vaya por delante que se trata de compartir parte de mis procesos y en ellos no considero que exista ninguna verdad absoluta, más bien el reflejo de algo que desde mi corazón anda soplando a mi oído, así que se trata de mi verdad en proceso.
No obstante y bajo esta premisa, sí que es cierto que esa pulsión, que siento como base de muchos de los caminos, constituye un punto importante en mi modo de entender lo que pueda ser entendible como conocimiento de la verdad. En mi interior existe una profunda convicción más allá de toda demostración empírica, de que física, química, biología, cosmogonía y espiritualidad no son más que fotografías o descripciones parciales y defectuosas de una misma verdad, una sola cosa, la única cosa real. Creo que cuando intentamos separar todas ellas, solo declaramos nuestra incapacidad para entender el conjunto, no se puede separar lo que es único.
Creo que la realidad es indeterminista y que el determinismo no es más que la consecuencia de nuestra opción. Me explico: Probablemente cada opción lleva aparejada un paquete (determinista), solo que tal vez, existan infinitas opciones, con su paquete, que suceden y sobre las que vamos navegando y experimentando.
Creo que cada vez que comprendemos algo saltamos a una nueva realidad, donde las opciones han cambiado más o menos sutilmente, y creo esto porque creo haberlo observado en mi propia experiencia, tanto para avanzar y entrar en un universo de mayor comprensión, como para lo contrario, cuando el miedo me ha hecho retroceder a un universo que creía superado.
M. Pero nosotros vivimos como si la historia fuera indiscutible y nosotros víctimas de un cruel destino inamovible.
C. A ver si luego te envío un texto muy chulo que hablaba sobre destino y sino.
R M. Muy, muy interesante el texto, para reflexionar. Bajo esa definición destino es a lo que yo llamo la decisión desde nuestro ser superior que es parte de Dios y Dios mismo, y sino es lo que llamaba de forma un tanto peyorativa destino inamovible. Así que muy acertada la puntualización.
M. Existen infinitos universos donde cualquier versión de la realidad es posible. Tu televisión dispone de infinitos canales, así que no existe una sola verdad, tú sintonizas la tuya.
C. Me parece que más que versiones posibles de la realidad, que me resulta especulativo (ya sabes que eso no lo llevo muy bien, gracias por tu paciencia :-D), se podría decir que cualquier visión de la realidad es posible. Dice casi lo mismo, pero creo que sobre las diferentes perspectivas podemos estar de acuerdo.
R. M. Sí, puedo estar de acuerdo aquí, a veces cuesta encontrar las palabras que definan mínimamente lo inefable. Tal vez incluso yo diría distintas realidades, contando con que al observar la realidad la defines y por tanto a mi entender visión de la realidad y realidad es una misma cosa.
M. No eres una víctima, de nada ni de nadie. Eres el responsable de toda tu realidad. Si no has sabido sintonizar el canal adecuado no puedes culpar de ello a los guionistas ni a los actores de las películas en las que te has metido. Ellos solo realizan su función.
C. Aquí estoy muy de acuerdo. El victimismo es una forma de justificarnos y de manipular a los demás. Como dices una forma de eludir nuestra responsabilidad, donde podemos hacer algo, y poner el foco precisamente en aquello sobre lo que no podemos hacer nada.
M. ¡haz callar a tu mente!
C. A estas alturas pienso que es inevitable que la mente esté siempre ocupada. Más que callarla, pienso que como dices, es importante ocuparla en algo positivo.
R. M. De nuevo un ejemplo de como cuesta encontrar palabras para definir lo que no llegamos a alcanzar. Estoy bastante de acuerdo, de hecho he hablado de ello y he realizado experiencia muy chulas con ese concepto a través de la meditación y la pintura, puedes verlo en la entrada (¿dónde están nuestro límites?). En realidad se trataría de que la mente analítica y especulativa, con centro en nuestro hemisferio izquierdo, no estorbe el fluir con la CONSCIENCIA, y ciertamente el pensamiento positivo suele ser la mejor opción.
M. El NO, no funciona, no puedes cambiar de canal apretando el botón que no quieres seleccionar al tiempo que repites (no quiero).
C. El no es fruto del miedo. Cuando uno se entrega y acepta lo que está dispuesto para la persona, se desactiva el miedo y el no.
Pero claro, eso implica aceptar que uno no elige lo que va a ocurrir. Uno si que elige, elige sus opciones, pero no elige el resultado final.
R. M. Ciertamente, absolutamente de acuerdo, el miedo es el instrumento para mantenernos esclavos y sujetos al ego. El miedo es el truco de la mente para no perder el control, te hace creer que su desaparición en la tuya. Y vuelvo a no encontrar cauces para definir correctamente, pues en esta definición sobraría también el suya y el tuya 😉
M. Los momentos en los que no estás presente son tiempo perdido,
C. Hace poco leí que para los sufíes, cada instante tiene su enseñanza, y para recibirla hay que estar muy atento.
M. Ningún miedo tiene un fundamento real.
C. Si hay miedo, significa que no confías y no te entregas.
M. No juzgues, solo observa.
C. Para juzgar deberías tener toda la información y saber lo que debería haber hecho el otro. Muy bueno, cuando no siquiera sabemos lo que nos conviene a nosotros mismos 😀
R. M. Te diría más Carlos, ni siquiera teniendo toda la información, es imposible tener toda la información. Ni siquiera debemos juzgarnos a nosotros mismos, pues ni sobre eso podemos disponer de toda la información, ¿como pretender ir más allá?
M. No te tomes nada personalmente.
C. Este me resulta muy interesante porque hablas del ego. Al final, todo parece apuntar a que ese es el origen de todos los problemas. Es nuestro ego el que se ofende, y el que ofende a los demás.
En este apartado también hables del amor. Creo que en realidad es lo más importantes y lo mencionas muy de pasada casi al final.
Personalmente pondría el foco en el ego y en el amor. Y no demasiado en el ego, porque como deciamos el otro día, cualquier cosa que hagas con el ego lo alimenta. Mejor extinguirlo no prestando atención. Por tanto solo diría del ego que es lo que nos separa del amor, y eso para nuestra mente que necesita tantas explicaciones.
Prescindir del ego significa que todas nuestras acciones, actitudes, interpretaciones se basen en el amor. El amor a nosotros, a los demás, a Dios. Solo eso. No hay más. Creo que el Amor es ese elemento conectivo del que hablabas, y que explica todo lo que planteas con las metáforas de la física cuántica. Por su puesto que hablar de Amor es algo especulativo. O no, si alguna vez lo hemos sentido, y si hemos tenido la experiencia de abrirnos al Amor, entregarnos y asumir nuestro destino. Solo Él…
R. M. Aquí no tengo otra cosa que responder que AMEN, llevas toda la razón. De hecho creo que no hay otro principio, otro motivo ni otro fin que ese. El amor es la única opción, la única esperanza y la única forma de matar el miedo. Tal vez debería haber sido más explícita sobre ello, sin embargo no lo incluiré dentro de este artículo. Creo que merece una entrada aparte… Me la apunto.
Un gran abrazo.
Y este es el texto que mencionaba sobre destino y sino:
En Turquía, kismet significa destino. El sino es algo diferente del destino, aunque la mayoría de gente lo confunde. La diferencia es sutil, pero bastante clara una vez que se entiende.
Si nuestro objetivo final es llegar a realizar el conocimiento de Dios, entonces hemos tomado un paso decisivo hacia la realización de nuestro destino.
Si, por contra, no hacemos nada sobre nuestras propias respuestas condicionadas en la vida, y en las situaciones en la que nos encontramos, entonces corremos un serio peligro de ser alejado de nuestro verdadero destino, y ser sujetos a los caprichos del sino, que de algún modo tiene vida por si mismo.
El destino, sin embargo, es semejante a un río que fluye de vuelta al océano y la realización de nuestra posibilidad única en Dios. Si somos capaces de dejarnos llevar suavemente por ese río hacia nuestro verdadero origen, entonces estaremos completando el propósito para el que nacimos.
Autor: Reshad Feild
Lo que esto me sugiere es: si vamos reaccionando de la forma condicionada por nuestro ego (miedo, orgullo, reacción, afán de control, etc.) a las situaciones de la vida, nuestro sino se acabará cumpliendo. Si simplemente dejamos que todo fluya como un pacífico río, aceptando las situaciones como parte de un plan divino, que en el caso de que nos perturben, es porque todavía no hemos comprendido que forman parte de ese plan, llegaremos a cumplir nuestro destino…
Hola Mercedes! Como siempre, aprendiendo o recordando cosas a través de tus reflexiones; una delicia. La verdad que en relación a la culpa me he dado cuenta de que quienes culpan a los demás de sus circunstancias, aparte de por ignorancia, tal vez lo hagan por sobrevivir a sus errores más graves; un modo de defensa espiritual errada pero que les funciona (a ellos, que el resto padecen tal error, claro). Ahora bien, cuando alguien padece una gran tragedia tipo asesinato de un inocente niño, por ejemplo, se rompe el discurso porque ese niño no es responsable en absoluto. No hay justificación, ni tan siquiera pensar que en otra vida el niño fue una persona cruel y encuentra ahora un karma vengador. Ahí, con el asesinato, sí hay culpa de otro indefectiblemente.
Besotes.
Hola Marisa, me alegra mucho encontrarte siempre por aquí.
Entiendo lo que dices, es difícil abstraerse de la proyección para poder ver la realidad subyacente, pero merece la pena meditar sobre la posibilidad cierta, defendida por todas las escuelas mistéricas y que parece venir a ratificar la física cuántica, de que solo existe una consciencia, solo un ser, conectado por partes a distintas experiencias, realidades holográficas o películas, llámalo como quieras.
De ser así, con lo que nos enfrentaríamos no sería con como calificar los actos infringidos a otros, sino con la tarea de digerir que no hay otro. En tal caso, la culpa sigue sin tener otro sentido que la de distraernos y alejarnos de la realidad, que no podemos golpear a otro sin sufrir las consecuencias del golpe, simplemente porque nos estamos golpeando a nosotros mismos.
Creo que solo la verdadera digestión de esta verdad puede llevarnos a comprender y liberarnos, pero es muy complicado ver el puzzle cuando todo tu mundo está incluido en una de las piezas, debemos hacer un ejercicio de abstracción de dimensiones ciertamente titánicas.
Un abrazo.
Vaya, visto así tiene sentido, pero hay que estar muy preparado para asimilarlo; como bien dices, es un ejercicio de dimensiones titánicas, inalcanzable para la mayoría en circunstancias tan trágicas como la de mi ejemplo. De hecho, ahora que lo pienso, si se asimilara de manera global la idea del UNO no habría posibilidad de daño hacia otros, hacia ningún ser vivo.
Muá!!!
Creo que esa es la gran comprensión que nos conducirá a la gran evolución.
Difícil sí, pero ¿qué que merezca la pena no implica un esfuerzo?
😉
Un abrazo.