Lee gratis el libro Ajenjo

Hola a todos, amigos.

Hoy he estado pensando en la razón que me llevó a escribir mi novela y en la razón por la que quiero que esta novela llegue al mayor número de personas posible.

Intentaré trasladaros esas razones aquí y os propondré algo que se me ha ocurrido.

Veréis, quienes acostumbráis a leer mis entradas en el blog sabréis que una de las cosas que acapara con frecuencia mi atención, son los nuevos descubrimientos en el campo de la física cuántica. Comprender como esos nuevos conocimientos, sobre comportamiento de la naturaleza desde la física de partículas, pueden tener una gran importancia en nuestra concepción de la realidad que vivimos o que creemos vivir.

No soy la primera ni la única que se hace estas preguntas, gente de la talla de Fritjof Capra, Doctor en Física Teórica por la Universidad de Viena, ya en 1975, se preguntaba sobre las conexiones que parecían existir entre las grandes escuelas espirituales y aquellos nuevos conocimientos en su libro “El Tao de la Física”

Más de un siglo ha pasado desde que Max Planck pusiera los cimientos de esta nueva ciencia, y unas cuantas décadas desde que Werner Heisenberg descubriera una de sus propiedades más desestabilizadoras, el principio de incertidumbre.

Desde entonces, parecería lógico pensar, que hemos tenido tiempo de asimilar las consecuencias del comportamiento de la energía sobre nuestra realidad, entre otras cosas porque ya hace mucho que hemos descubierto que todo es eso, energía.

Pero con esto, como con otras muchas cosas, pasa que una cosa es lo que nuestra mente conoce y otra muy distinta lo que transforma nuestra forma de experimentar el entorno.

Un ejemplo de lo que digo lo podemos tener en todas esas personas que creen sin lugar a dudas en la supervivencia del alma tras la muerte. Si hablas con alguna de ellas puede que no le quepa ninguna duda sobre que la vida continua tras la muerte y así te lo haga saber, pero si indagas un poco más en su cotidianidad, seguramente lleguemos a la conclusión de que vive su día a día como si no hubiese más vida que esta que termina un día en el frío hueco de un cementerio.

Sin embargo, cuando una de esas personas, o incluso de aquellas otras que sí que guardan muchas dudas al respecto de la supervivencia del alma, pasa por una experiencia cercana a la muerte, entonces sí que se produce un cambio en su día a día. Entonces sí que podemos percibir que esa persona comienza a vivir como si realmente la vida no concluyese en la tumba.

Luego, creo que está claro que no es el conocimiento, sino las sensaciones que despierta la experiencia, lo que transforma la consciencia y cambia la forma de ver la realidad que nos rodea.

He puesto este ejemplo, porque creo que con el conocimiento sobre como se comporta la energía nos pasa algo parecido, ya conocemos suficiente como para poder hacernos muchas preguntas, sin embargo en nuestro día a día es como si ese conocimiento no tuviese la menor importancia, como si su camino fuese paralelo al nuestro pero no nos influyese en lo más mínimo.

Y ahí es donde entra mi novela, pues traslada esos conocimientos a la experiencia directa de unos protagonistas con los que nos podemos identificar y a través de los cuales podemos sentir esa transformación.

Si tuviera que definir mis motivaciones diría sencillamente.

ENTENDÍ ALGO Y ME PARECIÓ TAN IMPORTANTE, QUE CREÍ QUE DEBÍA HACER ALGO PARA QUE TODOS LO ENTENDIERAN.

Con ese objetivo nació Ajenjo, y tengo que decir que desde que viera la luz, he podido comprobar diversas reacciones entre sus lectores, las opiniones que podéis encontrar en esta página son absolutamente reales. Fueron reacciones que a mí, particularmente, me parecieron de vital importancia, en cuanto que transformaban visiones individuales sobre la forma de entender la vida de esas personas y sobre todo, porque pude comprobar que sumaba esperanza y restaba angustia a la hora de vivir todas aquellas situaciones de dolor, enfermedad y muerte, por las que todos inexorablemente debíamos pasar.

Dicho lo anterior y aunque creo con total sinceridad que el libro es muy asequible y aporta mucho más de lo que cuesta, he decidido que no quiero que nadie deje de leerlo por ninguna cuestión económica, así que voy a hacer algo al respecto.

El próximo día 1 de mayo de 2015, colocaré en este blog el primer capítulo de mi libro y cada semana sustituiré el capítulo por el inmediatamente posterior, de esta forma el día 7 quitaré el capítulo I y en su lugar colgaré el capítulo II.

De esta forma iré colgando cada semana un capítulo nuevo, sustituyendo el de la semana anterior, para que quien quiera leerlo pueda hacerlo de esta forma.

Además cada primero de mes, durante los cinco meses que durará la lectura, pues son XX capítulos, sortearé entre los suscriptores a mi web un libro dedicado por mí y con una sorpresa añadida.

Os recuerdo a todos que la suscripción no tiene coste alguno ni obliga absolutamente a nada a la persona que se suscribe, se trata solo de una forma de tener un grupo de gente, a la que sabes que le interesan tus reflexiones, para poder hacérselas llegar.

Así que, aunque cualquier persona que entre en mi web, tendrá acceso al capítulo que toque y podrá leerlo, si además queréis entrar en los sorteos de libros, tenéis hasta el día 1 de mayo para suscribiros. Aunque podéis hacerlo más adelante y entrar en los sorteos posteriores.

De verdad espero que participéis en esta iniciativa y que la lectura de este libro os aporte nuevas razones para creer que las cosas son posibles y os resten angustias y sufrimientos innecesarios.

Si queréis dejar algún comentario sobre el libro, podéis hacerlo entrando justo aquí arriba, en la pestaña de Ajenjo y picando en Sobre Ajenjo, al final de esta página encontraréis las opiniones que han colgado otros lectores y justo abajo el cuestionario para poder colgar la vuestra.

Un abrazo.

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