Las cuatro leyes espirituales

En la India se enseñan cuatro leyes espirituales.

La primera dice:

La persona que llega es la persona correcta. Nadie llega a nuestras vidas por casualidad, todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:

Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido. Nada, pero absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante. No existe el «si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra..». No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado, y tuvo que ser así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.

La tercera dice:

En cualquier momento que comience es el momento correcto. Todo comienza en el momento indicado, ni antes ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es cuando comenzará.

Y la cuarta y última:

Cuando algo termina, termina. Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución, por lo tanto es mejor dejarlo, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

Así que deja de lamentarte por lo que pudo haber sido y entiende que:

El tiempo no existe.

Que, en algún momento de tu futuro, ya llegaste a la meta.

Y que son las cosas que estás viviendo y aquellas que ya viviste las que te condujeron justo hasta allí.

¿Qué como sabes que has llegado?

IMG_20150320_101820

Sencillo, por las sincronicidades.

 

Si te gusta compártelo:Share on twitter
Twitter
Share on facebook
Facebook
Share on google
Google

4 comentarios en «Las cuatro leyes espirituales»

  1. Manoli

    Cariño cuán verdad son esas leyes. Esas son las que me han hecho llegar al ser que hoy día soy, aunque haya tenido que dar a cambio. Pero no me ha importado porque lo que soy hoy es gracias a lo que fui.