Un nuevo principio

Hola a todos, hoy me siento a los pies de nuestra escalera para escribir un nuevo principio. Un principio compuesto de pequeñas grandes historias que fundaron algo en común hace 35 años.

Veréis, quienes me conocéis sabéis de sobra que me gusta pensar que no nieva en lugar equivocado y que las cosas nunca suceden por casualidad, ni sin propósito alguno. Que en realidad solo hay que saber observar cada giro y leer entre líneas que nueva oportunidad  viene a ofrecernos cada supuesto contratiempo.

Pues bien, ese ha sido el caso este fin de semana. Resulta que este iba a ser un fin de semana muy ocupado, mi hermana, mi cuñado, marido y yo habíamos quedado con una pareja entrañable, para pasar un fin de semana juntos. María del Mar y su pareja venían de Madrid para estar con nosotros y habíamos preparado todo un recorrido para disfrutar de su presencia. Pero por circunstancias viaje ha debido ser pospuesto, una pena, aunque seguro que lo podremos retomar un poco más adelante.

Sin embargo yo me encontré con un montón de tiempo libre que no esperaba, y como se suele decir “el diablo cuando se aburre mata moscas con el rabo”, pensé que el cielo me había puesto delante las circunstancias propicias para un nuevo comienzo.

Os cuento un poco, veréis, esta idea nace en realidad hace cerca de un año, cuando escribí la historia de mi abuela María, con el fin de que sirviera de base para una adaptación teatral. En aquella ocasión, respondiendo a la propuesta de uno de los profesores de teatro, me fui a buscar a mi tía María Luisa, y pasé la mañana del sábado rescatando una de las vivencias que formaban parte de la historia de mi familia.

El caso es que, tras aquella experiencia descubrí algo importante. La historia de mi abuela era conocida por toda mi familia, quizás con menos detalle, pero era conocida en todos sus puntos fundamentales. Sin embargo, tanto mis hermanos como mi madre o mis tías y primos lloraron al leerla. Y es que las historias con el paso del tiempo suelen desdibujarse y desprenderse de la energía que les da vida, quizás como un mecanismo imprescindible de supervivencia. Descubrí que cuando la escribí, rescatando la emoción que necesariamente debió acompañar cada instante y cada acontecimiento, fue como si la foto fija, dibujada en tonos monocromáticos, recobrase la energía y el color que le confería vitalidad.

http://www.36escalones.com/historia-amor-adolescente/

 

Bien, pues este año en Feria, el día del pescaíto, tras la cena, hicimos una foto de los socios fundadores de la Martona que quedaban, y solo pudimos fotografiar a ocho socios y algunas socias más. Entonces recordé los retazos de toda una historia que conocía por mis padres, jóvenes que se conocieron cuando tuvieron que compartir piso y trabajo, muy lejos del país que les vio nacer. Familias que compartieron cortijo y convivieron juntos ellos y sus hijos, aprendiendo a compartir espacios y recursos….

Y pensé que era una pena que aquella foto comenzará a desdibujarse sin que nadie hiciera algo para conferirle la energía necesaria que diera sentido, a esa hermosa reunión que compartimos cada año 48 familias. Y también pensé que ese era un bonito desafío que afrontar.

Hoy decidí que ese tiempo extra no estaba ahí sin razón alguna, hoy comencé mi primera entrevista, y lo he hecho compartiendo charla con el que ha sido durante 25 años el Presidente de La Martona, Antonio Ortiz (El Guli).

Esta será el resultado de poner en común 18 pequeñas grandes historias para dar sentido al presente desde el pasado, a ver que sale de esta aventura.

Así que ya ves, María del Mar, cuando pase el fastidio y el dolor, podrás contar entre tus anécdotas esta historia de la que ya, de algún modo, has pasado a forma parte.

 

 

 

Si te gusta compártelo:Share on twitter
Twitter
Share on facebook
Facebook
Share on google
Google
Etiquetado en:, , , ,

2 comentarios en «Un nuevo principio»

  1. María del Mar

    A pesar del cambio de planes por mi pie . Veo que a pesar de ello por lo menos para a ti ha sido fructifico y me parece muy interesante lo del grupo La Martona.
    Yo aquí estoy «patita en alto» , llevando el dolor como se puede … y pensando que ahora podríamos haber estado en El Barrio de Santa Cruz de mi queridísima Sevilla. Pero cuando las cosas han resultado así es por algo

    1. Mercedes Rodríguez Autor

      No lo dudes, todo es por algo. Cuando por fin vengáis tendréis que hacerlo más tiempo, que no nos alcanzará para hablar de todo. 😉